El conflicto bélico, iniciado por Putin el día 24 de febrero, ha traído consecuencias para los medios de comunicación rusos y para los oligarcas dueños de los mismos. Censura, prohibición de comunicar en plataformas como Microsoft y veto a las empresas son algunas de las medidas tomadas por las diferentes organizaciones internacionales.
Estas medidas se han visto en todos los sectores y ámbitos de la sociedad. Centrándonos en los medios de comunicación, en las ultimas semanas hemos visto como diversas empresas han bloqueado el contenido de información de Rusia y de oligarcas directamente relacionados con Putin. El dictador soviético ha cargado duramente contra los medios de comunicación y ha bloqueado redes sociales como Twitter y Facebook en su país.
La principal medida que ha tomado el Gobierno ruso ha sido la censura y el control a los medios de comunicación. Las dos Cámaras del Parlamento soviético aprobaron un proyecto de ley que impone penas de 15 años por publicar información contraria a la narrativa del Kremlin. Además, la larga lista de periodistas rusos que han muerto en extrañas circunstancias, todos ajenos a la ideología política de Vladimir Putin, ha seguido creciendo desde el inicio de la guerra. La falta de libertades hacia los periodistas, desde el comienzo de la dictadura, ha supuesto una cierta desinformación sobre la realidad que vive el pueblo soviético.
Este conflicto bélico ha supuesto un paso atrás en la lucha por la transparencia informativa y la libertad de prensa. En un mundo globalizado donde la información de un lado al otro del globo llega un apenas unos segundos, es imprescindible que el control de los medios de comunicación sea descentralizado para lograr la máxima neutralidad y alejar los sensacionalismos y el subjetivismo.
Comments